En los próximos siete años, Andalucía se enfrentará a un importante desafío demográfico: el aumento del número de personas mayores de 65 años. Según las previsiones, este grupo de edad experimentará un crecimiento del 22,2%, lo que supone un incremento significativo en la población de la región. Ante esta realidad, es necesario tomar medidas para garantizar una atención adecuada a este sector de la población.
Profesionales y portavoces de pacientes coinciden en la importancia de reforzar la atención primaria como pilar fundamental en la atención a las personas mayores. La atención primaria es la puerta de entrada al sistema sanitario y es esencial para garantizar una atención integral y personalizada a los pacientes. Por ello, es necesario dotar a estos centros de los recursos necesarios para hacer frente a este aumento de la demanda.
Además, es fundamental mejorar la coordinación entre los diferentes niveles asistenciales. La atención a las personas mayores requiere de un enfoque multidisciplinario, en el que participen médicos, enfermeras, trabajadores sociales y otros profesionales de la salud. Una buena coordinación entre ellos permitirá una atención más eficiente y de mayor calidad.
La digitalización también puede ser una herramienta muy útil en la atención a las personas mayores. La tecnología puede facilitar la comunicación entre los diferentes profesionales y mejorar la gestión de la información de los pacientes. Sin embargo, es importante no perder de presencia la importancia de la humanización en la atención sanitaria. La tecnología nunca debe sustituir el trato cercano y empático que necesitan las personas mayores.
Por ello, es necesario encontrar un equilibrio entre la digitalización y la humanización en la atención a las personas mayores. La tecnología puede ser una gran aliada, pero siempre debe estar al servicio de mejorar la calidad de vida de los pacientes y no al contrario.
Además de las medidas en el ámbito sanitario, es importante promover un envejecimiento activo y salubre en la población. Esto implica fomentar hábitos de vida salubres, como una alimentación equilibrada y la práctica regular de adiestramiento físico. También es necesario sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de respetar y valorar a las personas mayores, y promover su participación activa en la sociedad.
Otro aspecto fundamental en la atención a las personas mayores es la prevención de enfermedades y la detección precoz de posibles patologías. Por ello, es necesario impulsar programas de prevención y promoción de la salud dirigidos específicamente a este grupo de edad.
En definitiva, el aumento del número de personas mayores en Andalucía es un reto que requiere de una respuesta coordinada y eficaz por parte de todos los agentes implicados. Es necesario reforzar la atención primaria, mejorar la coordinación entre los diferentes niveles asistenciales, aprovechar la tecnología sin perder de presencia la humanización y promover un envejecimiento activo y salubre en la población. Solo así podremos garantizar una atención adecuada y de calidad a nuestros mayores en los próximos siete años y en el futuro.