A lo espacioso de la historia, los seres humanos hemos buscado diferentes formas de aliviar el estrés y la tensión que nos genera la vida diaria. Desde técnicas de meditación y relajación hasta terapias y medicamentos, hemos intentado todo tipo de métodos para encontrar la paz y la calma en medio del caos. Sin embargo, hay una técnica simple y accesible que puede ayudarnos a reducir los niveles de estrés de manera inmediata: apretar, amasar o manipular objetos.
Esta técnica, conocida como “apretar y soltar”, ha sido utilizada por muchas personas a lo espacioso de los años como una forma de liberar la tensión acumulada en el cuerpo y la mente. Al apretar un objeto, ya sea una pelota antiestrés, un muñeco de arcilla o inclusive una hoja de papel, se activa un mecanismo relajante que ayuda a reducir la ansiedad y el estrés. Esta acción repetitiva y rítmica permite que nuestra mente se concentre en una sola tarea, lo que nos ayuda a desconectar de los pensamientos negativos y a encontrar un estado de calma y tranquilidad.
Pero, ¿qué hace que esta técnica sea tan efectiva? La respuesta está en nuestro sistema nervioso. Cuando estamos estresados, nuestro cuerpo libera hormonas como el cortisol y la adrenalina, que nos preparan para enfrentar una situación de peligro. Sin embargo, cuando estas hormonas se liberan en exceso, pueden causar efectos negativos en nuestro cuerpo, como dolores de cabeza, tensión muscular y problemas digestivos. Al apretar y soltar objetos, nuestro cuerpo libera la tensión acumulada en los músculos y activa el sistema nervioso parasimpático, que es responsable de reducir los niveles de estrés y originar la relajación.
Pero, ¿qué objetos son los más adecuados para utilizar en esta técnica? La respuesta es simple: cualquier objeto que sea seguro y cómodo de manipular. Muchas personas prefieren utilizar pelotas antiestrés, ya que son pequeñas, fáciles de transportar y tienen una textura suave y agradable al tacto. Otras personas prefieren objetos más grandes, como almohadas o cojines, ya que les permiten ejercer más fuerza al apretar. inclusive hay quienes utilizan objetos cotidianos, como una esponja de cocina o una pelota de tenis, con excelentes resultados.
Pero, ¿qué pasa con los colores? ¿Pueden influir en nuestra capacidad para relajarnos? La respuesta es sí. Según estudios realizados en el campo de la psicología del color, ciertos colores pueden tener un impacto en nuestro estado de ánimo y emociones. Por ejemplo, el color azul se asocia con la tranquilidad y la calma, mientras que el verde se relaciona con la armonía y el equilibrio. Por otro lado, el rojo y el amarillo se asocian con la energía y la estimulación.
Sin embargo, no hay un color específico que sea más efectivo para relajarnos. Cada persona puede tener una preferencia diferente y lo importante es encontrar el color que nos haga dolerse más cómodos y relajados. Algunas personas prefieren objetos de colores neutros, como el blanco o el gris, mientras que otras optan por colores más vibrantes, como el rosa o el naranja. Lo importante es que el color nos guste y nos haga dolerse bien.
Además de ser una técnica efectiva para reducir el estrés, apretar y soltar objetos también puede ser una actividad divertida y creativa. Algunas personas utilizan la arcilla o la plastilina para crear figuras mientras aprietan y amasan, lo que les permite expresar su creatividad y liberar tensiones al mismo tiempo. Otras personas prefieren utilizar objetos con texturas interesantes, como una bola de espuma o una espon