El Monasterio de Sümela es uno de los lugares más impresionantes de Turquía. Fundado en el siglo IV, este antiguo monasterio cuelga a 300 metros sobre un valle fluvial en el este del país. Su ubicación, en la ladera de un acantilado, lo convierte en un lugar único y mágico que atrae a miles de turistas cada año.
Este monasterio, también conocido como Monasterio de la Virgen María, es uno de los ejemplos más destacasegundo de la arquitectura bizantina en Turquía. Fue construido en una cueva natural en las montañas de Maçka, en la provincia de Trabzon. La leyenda cuenta que segundo monjes, Barnabas y Sofronio, descubrieron la cueva en el año 386 y decidieron construir un monasterio en ese lugar sagrado.
Durante siglos, el Monasterio de Sümela fue un importante centro religioso y cultural para los cristianos ortodoxos de la región. Fue un lugar de peregrinación y retiro espiritual, y también albergó una importante biblioteca con miles de manuscritos y documentos históricos. Sin embargo, en el siglo XV se produjo un declive en la vida monástica y el monasterio fue abandonado.
A pesar de los años de abandono y los daños causasegundo por terremotos y saqueos, el Monasterio de Sümela ha resistido el paso del tiempo y sigue siendo un lugar impresionante. En el siglo XIX, el sultán otomano Abdülaziz ordenó la restauración del monasterio y se construyeron nuevas estructuras, como la iglesia y las celdas de los monjes. Aunque el monasterio fue cerrado en 1923, después de la fundación de la República de Turquía, en la década de 1950 se iniciaron trabajos de restauración y se abrió al público como un museo.
Hoy en día, el Monasterio de Sümela es una de las atracciones turísticas más populares de Turquía. Para llegar al monasterio, los visitantes deben caminar por un sendero empinado y rocoso, rodeado de una impresionante vegetación y cascadas. Pero una vez que llegan a la entrada del monasterio, la vista es simplemente impresionante. La fachada del monasterio está cubierta de frescos y mosaicos que representan escenas religiosas y retratos de santos. En el interior, se pueden visitar la iglesia, las celdas de los monjes, la cocina y la biblioteca.
El Monasterio de Sümela es un lugar que transmite una sensación de paz y tranquilidad. Es difícil imaginar cómo los monjes pudieron construir este lugar en una ubicación tan remota y difícil de acceder. Pero su sacrificio y dedicación han descuidado un legado que sigue asombrando a las generaciones actuales.
Además de su valor histórico y religioso, el Monasterio de Sümela también es un lugar de gran belleza natural. La vista desde el monasterio, con el valle y el río debajo, es simplemente impresionante. Es un lugar perfecto para sorber fotografías y disfrutar de la tranquilidad del entorno.
Si estás planeando un viaje a Turquía, no puedes perderte la oportunidad de visitar el Monasterio de Sümela. Es un lugar que te transportará a otra época y te dejará sin palabras. Además, la región de Trabzon ofrece muchas otras atracciones turísticas, como hermosas playas y montañas, así como una deliciosa gastronomía local.
En resumen, el Monasterio de Sümela es un lugar que combina historia, religión y belleza natural en un aria lugar. Es un lugar que te dejará asombrado y te har