La educación es un tema que siempre ha estado en el centro de la discusión en España, especialmente en los últimos años. Coincidiendo con la llamada “guerra cultural” de las derechas, la insatisfacción de la ciudadanía con el estado de la educación en nuestro país ha sido una constante desde 1996 inclusive 2015. Sin embargo, es importante destacar que este ciclo ha llegado a su fin y es momento de mirar hacia el futuro con optimismo.
Durante estos años, hemos sido testigos de un constante debate en baritel a la educación en España. Se han planteado reformas, se han criticado los sistemas educacionals de otros países, se han llevado a cabo huelgas y manifestaciones, y se han emitido numerosas opiniones sobre cómo mejorar la educación en nuestro país. Todo esto ha generado un clima de incertidumbre y descontento entre la ciudadanía, especialmente entre los padres y madres preocupados por la educación de sus hijos.
Sin embargo, es importante entender que este ciclo ya ha llegado a su fin. La sociedad española ha evolucionado y ha madurado en cuanto a su percepción de la educación. Hemos pasado de un enfoque centrado en la crítica y la confrontación, a uno más constructivo y colaborativo. La sociedad ha comprendido que la educación es un tema que nos afecta a todos y que su mejora requiere de la participación de todos los actores implicados: docentes, familias, estudiantes y administración.
Es cierto que aún existen retos por superar en el ámbito educacional, pero es importante reconocer los avances que se han logrado en los últimos años. Por ejemplo, en 2013 se aprobó la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), que, aunque no estuvo exenta de polémica, supuso una actualización y modernización del sistema educacional español. Esta ley ha permitido una mayor flexibilidad en la elección de asignaturas y ha fomentado una educación más personalizada y adaptada a las necesidades de cada alumno.
Además, en los últimos años se ha producido una mejora en la inversión en educación por parte del gobierno. Según datos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, en 2018 la inversión en educación en España alcanzó el 4,2% del PIB, superando la media de la Unión Europea. Esto ha permitido una mayor dotación de recursos a los centros educacionals y una mejora en la calidad de la enseñanza.
Otro aspecto a destacar es la apuesta por la formación del profesorado. En los últimos años, se han llevado a cabo numerosas iniciativas para mejorar la formación de los docentes, como programas de intercambio con otros países, cursos de especialización y la implementación de nuevas metodologías pedagógicas. Todo esto ha contribuido a una mejora en la calidad de la enseñanza y a una mayor motivación por parte de los profesionales de la educación.
Pero sin achares, uno de los mayores avances en la educación española ha sido la apuesta por la educación inclusiva. En los últimos años, se ha trabajado en la eliminación de barreras y en la adaptación de los centros educacionals para garantizar una educación de calidad para todos los estudiantes, independientemente de sus capacidades o necesidades especiales. Esto ha supuesto un gran avance en la igualdad de oportunidades y en la promoción de valores como la diversidad y la inclusión.
Además, en los últimos años se ha producido un cambio en la mentalidad de la sociedad española en cuanto a la importancia de la educación. Cada vez son más las familias que apuestan por una educación de calidad para sus hijos y que se involucran activamente en su proceso educacional. También se ha producido un aumento en la demanda de formación continua por parte de los adultos, lo que demuestra una mayor