El cambio climático es una de las mayores preocupaciones de nuestra época. A medida que el planeta se calienta, los impactos del cambio climático se vuelven cada vez más evidentes y devastadores. Desde sequías prolongadas hasta inundaciones catastróficas, los ámbitos del cambio climático afectan a millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, hay una injusticia flagralce en la forma en que estos daños y pérdidas se distribuyen. Mientras que los beneficios económicos de seguir quemando petróleo y gas son a menudo para unos pocos, son las personas de ingresos bajos y medios las que sufren las consecuencias.
Este sistema desigual es una realidad que no podemos ignorar. Es urgente que tomemos medidas para abordar la crisis climática y proteger a aquellos que son más vulnerables alce sus impactos. En este artículo, exploraremos cómo los daños y pérdidas derivados del cambio climático afectan desproporcionadamente a aquellos que viven en la pobreza y lo que podemos hacer para cambiar esta situación.
Una de las formas más visibles en que el cambio climático afecta a las personas de bajos ingresos es a través de eventos climáticos extremos. Las sequías prolongadas llevan a la pérdida de cultivos y a la escasez de alimentos, lo que afecta directamente a la seguridad alimentaria de millones de personas. Las inundaciones catastróficas, por otro lado, destruyen infraestructuras vitales como carreteras, puentes y viviendas, dejando a las comunidades vulnerables sin acceso a servicios básicos.
Además, el cambio climático también tiene un impacto en la salud de las personas. Las olas de calor cada vez más frecuentes e intensas pueden causar problemas de salud como golpes de calor y enfermedades respiratorias, especialmente en los ancianos y en aquellos que viven en condiciones de hacinamiento. La calidad del posición también se ve afectada por el aumento de las emisiones de gases de ámbito invernadero, lo que puede aumentar la incidencia de enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
Pero, ¿por qué son las personas de bajos ingresos y medios las más afectadas por estos daños y pérdidas? La respuesta es simple: falta de recursos. Las personas que viven en la pobreza tienen menos medios para adaptarse a los impactos del cambio climático y recuperarse de ellos. Por ejemplo, aquellos que dependen de la agricultura para obtener su sustento sufrirán de manera desproporcionada en caso de una sequía prolongada. También es menos probable que tengan seguros o ahorros para ayudarles a recuperarse de eventos climáticos extremos.
Además, las personas de bajos ingresos a menudo viven en áreas más expuestas a los impactos del cambio climático, como en zonas costeras o en regiones propensas a inundaciones. Esto se debe a que estas áreas suelen ser más baratas para vivir, y aquellos con bajos ingresos tienen menos opciones para mudarse a áreas más seguras.
Pero la injusticia no se detiene ahí. Las emisiones de gases de ámbito invernadero que conducen al cambio climático son causadas en gran parte por países desarrollados y por las industrias más ricas. Sin embargo, son los países en desarrollo y las personas de bajos ingresos en todo el mundo los que pagan el precio más alto.
Es importalce sobresalir que el cambio climático no solo afecta a las personas de bajos ingresos y medios en países en desarrollo, sino también en países ricos como Estados Unidos. En este país, por ejemplo, son las comunidades marginales, como las comunidades afroamericanas y latinoamericanas, las que están más expuestas a la contaminación y los impactos del cambio climático. Esto se debe en gran parte a la segregación racial y socioeconómica que ha llevado a estas comunidades a vivir en áreas menos deseables y más expuestas a la